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INMIGRANTES UNIDOS

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    Nuestro proyecto


    La inmigración se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los gobiernos liberales occidentales en la actualidad. Las desigualdades entre los países del Norte y los del Sur, que han sido exacerbadas por el proceso de globalización económica, provoca entre otras razones, la huída de personas hacia los países desarrollados con la esperanza de encontrar una vida mejor.

    Otra consecuencia de la globalización es la diversidad de orígenes de los inmigrantes, lo que crea una creciente heterogeneidad étnica en las sociedades receptoras que está conduciendo a su conversión en sociedades pluriétnicas. Esto provoca dificultades para construir un espacio concreto de ciudadanía y de derechos sociales derivados de ella. En este sentido, el reconocimiento de la sociodiversidad es básico y los grupos culturales, étnicos, de edad o de género deben quedar protegidos en base a la igualdad.

    El inmigrante una vez en el país receptor se encuentra con diversos problemas, el principal debido a la legislación, puesto que ésta considera a estas personas en situación de fuera de la legalidad, no reconociéndoles el estatus de ciudadano que les garantiza una serie de derechos y deberes. Otro problema y no menos importante es el choque cultural, debido a los diferentes valores, costumbres y normas culturales, idioma, hábitos gastronómicos, estructura familiar, etc., entre los inmigrantes y la sociedad receptora.

    El fenómeno de la inmigración está de constante actualidad en nuestro país, entre otras razones, por nuestra posición geopolítica de frontera entre continentes (y frontera entre los países del Norte y los países del Sur), lo que favorece la numerosa llegada de inmigrantes desde África además de los llegados de Latinoamérica que poseen la ventaja de tener la misma lengua.

    La aprobación de un proceso de regulación extraordinario de inmigrantes sigue llevando a los primeros titulares de los medios de comunicación el tema de la inmigración. Y no sólo por las discusiones entre los diferentes partidos políticos, sino también por las penosas condiciones de vida que tienen muchos de los inmigrantes, además de sus discriminaciones y abusos, sobre todo en el ámbito laboral y jurídico.

    Desde 1986 se han producido cinco procesos extraordinarios de regulación: en 1986, 1991, 1996, 2000-2001, y el actual, 2004-2005. A partir de 1993 se puso en marcha un mecanismo de regulación ordinaria consistente en la contratación del contingente en origen. La inmigración se ha convertido en España en un fenómeno necesario demográficamente, la baja tasa de natalidad de nuestro país sigue en alza; económicamente, porque al ser éstos en su gran mayoría jóvenes son activos para sufragar los gastos, sobre todo sanitarios y de cuidado personal, de la creciente población autóctona de jubilados; laboralmente, porque aceptan los trabajos que los españoles no quieren; y culturalmente, porque proporciona un acercamiento entre culturas que puede ayudar a desaparecer las fobias existentes.

    Según el Ministerio del Interior, en España hay 2.054.453 extranjeros con tarjeta o autorización de residencia en vigor, lo que implica un incremento del 3,90% respecto a diciembre de 2004 . Pero resulta difícil estimar el número de extranjeros sin papeles que residen en España por su condición de clandestinidad. Al tratar la inmigración ilegal debemos considerar las grandes dificultades que encuentra España en el control de entradas y permanencias. Dificultades debido a razones culturales, históricas, y sobre todo geográficas; pero existen también otros factores como la dificultad a la hora de contratar inmigrantes con arreglo a la legalidad, la lentitud burocrática en la tramitación de permisos y renovaciones, la extensión de la economía sumergida, una cultura cívica que no otorga alta prioridad al cumplimiento de la legalidad, y la existencia de empresarios con pocos escrúpulos que emplean a trabajadores en condición irregular por los beneficios que ello les depara.

    Otra característica de la inmigración en España es la gran concentración de ellos en pocos sectores del mercado de trabajo (el servicio doméstico, la agricultura, la hostelería, la construcción y el comercio al por menor emplean a más de tres de cada cuatro inmigrantes). Las indignas condiciones de trabajo que muchas veces ofrecen a los inmigrantes, como el excesivo número de horas que trabajan (unido en la gran mayoría de los casos a la dureza del trabajo físico que realizan) o los pequeños sueldos (el empresario no tiene obligación legal de pagarle el sueldo mínimo puesto que a efectos legales no trabaja en la empresa), les impiden una posible participación plena en la vida pública. Las condiciones de vida de los inmigrantes establecidos en España, han sido poco estudiadas, pero hay muchas razones que nos indican un grado relevante de exclusión social, además, el hacinamiento en las viviendas es el rasgo más común, sobre todo en el medio rural.

    En conclusión, la sociedad española se está transformando en una sociedad multiétnica, aunque todavía diferimos de las sociedades del Noroeste europeo debido a nuestra condición de latecomer.

    Como bien sabe, la inmigración ha tenido una enorme trascendencia en la evolución de nuestro país en las últimas dos décadas. La ciudadanía española tiene una larga experiencia sobre lo que significan las migraciones, pues nosotros mismos fuimos hasta hace relativamente poco, un país de emigración. Por ello, seguramente somos aún más conscientes de los retos y oportunidades que plantea la construcción de una sociedad plural y diversa.

    La situación de la inmigración en España ha dado un gran vuelco en los dos últimos años. La llegada de inmigrantes a nuestro país desde mediados de los noventa, sobre todo, ha cubierto las crecientes necesidades de mano de obra derivada del auge en la construcción, del sector agrario y del sector turístico. La crisis actual ha derivado en un aumento de desempleados en todos los ámbitos aunque se ha cebado en los inmigrantes al ser un sector que estaba ocupando los puestos de trabajo más precarios y de menor salario.

    El propósito del proyecto es analizar la repercusión de la inmigración sobre los gastos e ingresos públicos en el período que va desde 2005 a 2008. En dicho período se han producido fuertes cambios en la situación de los inmigrantes en España con amplias reagrupaciones familiares en los primeros años y un fuerte aumento del paro entre el colectivo en los últimos con la consiguiente repercusión de dichos cambios en el sector público, esencialmente en los servicios públicos fundamentales tales como sanidad y educación.

    España ha pasado en muy pocos años de ser un país de emigración a un país de inmigración. Todavía en los años setenta, los españoles emigrábamos en masa a los países centroeuropeos. Sin embargo, a partir de la entrada de España en la Unión Europea se invierte el flujo y empiezan a llegar ciudadanos de otros países, principalmente países en desarrollo, en busca de una nueva oportunidad. Esta emigración económica cambia las tendencias anteriores de emigración de jubilados del Centro y Norte de Europa de manera que, en la actualidad, hay alrededor de cuatro millones de inmigrantes en nuestro país.

    Naturalmente esta masiva llegada de inmigrantes, con un fuerte incremento en los últimos años en los que se ha pasado de los 900.000 en el año 2000 a los cuatro millones en el 2006 y los cinco millones setecientos mil en 2009 (lo que supone un 12% de la población), y su asentamiento en España provocan un gran cambio en todos los aspectos vitales de nuestro país. Se han producido grandes cambios en el mercado de trabajo español con la llegada de una mano de obra con un nivel de formación superior a la media española dispuesta a ocupar aquellos puestos de trabajo que, por las razones que fuesen, los españoles no estaban dispuestos a desempeñar, lo que ha propiciado la consolidación y puesta en marcha de muchos proyectos empresariales que estaban estancados por no disponer del capital humano necesario. Esta mano de obra ha permitido, además, la incorporación masiva de la mujer española al mercado de trabajo pues la ha liberado de muchas tareas del hogar.

    La llegada de la inmigración ha repercutido en términos positivos a las macrocifras de la economía española: aumento de la población activa; mayor disposición a ocupar puestos de trabajo marginales con menores salarios, lo que empuja a cerrar la brecha entre oferta y demanda y propicia, además, una disminución del paro; aumento de la contribución, a través de los impuestos, al erario público con una menor contrapartida pues, dada su edad media, su aportación a la Seguridad Social es superior a las contribuciones que reciben de ella; contribución positiva al incremento del Producto Interior Bruto dada la mayor posibilidad de consumo de todo tipo de bienes, sobre todo de consumo duradero.

    Esta contribución positiva tiene su contrapartida en el aumento de los gastos propios del Estado del Bienestar, sobre todo sanidad y educación, y en la necesidad de integración de los inmigrantes en la sociedad española. Todo ello sin considerar los aspectos marginales negativos tales como la inmigración ilegal o irregular o la delincuencia posibilitada por la libertad de movimientos dentro de la Unión Europea o las facilidades para la entrada en España.

    Según los datos de la última Encuesta de Población Activa, la tasa de actividad de los extranjeros (76,12%) es superior a la media española (59,76%) pero también su tasa de paro (29,7% frente a 18,83%) con una preocupante disminución de la tasa de ocupación que ha disminuido en un 11,75% sobre el año 2008.

    Todos estos cambios han repercutido de una manera positiva en los períodos de expansión, cuando han aumentado los ingresos fiscales derivados de una mayor actividad y un mayor consumo, y de una manera negativa en los períodos recesivos cuando han aumentado los gastos fiscales derivados de una mayor atención a los desempleados y a los grupos familiares que han entrado en situaciones económicas delicadas.

    Este complejo panorama hace necesaria una investigación sobre la evolución en los últimos años de los cambios en los gastos e ingresos públicos derivados del incremento de la población inmigrante.

    Por otra parte, dentro de la variable socioeconómica, la variable educación/formación es considerada un elemento fundamental y necesariopara poder llegar a ser un "caballero” (ciudadano), por esto, establece la educación pública básica obligatoria: "se trata de obligarlos y ayudarlos a subir el primer peldaño; de ayudarlos, si ellos quieren, a subir muchos más” .

    La educación también es importante para una ciudadanía activa, puesto que las democracias liberales actuales necesitan un electorado con unos estudios suficientes para hacer frente a los retos políticos que surjan.

    Pero el problema de la ciudadanía activa lo tienen tanto autóctonos como alóctonos. Los extranjeros más pobres, debido a su condición de desigualdad económica y educativa, necesitarían primero apoyarse en la ciudadanía pasiva (que les es restringida en parte), y así acortar esa desigualdad; para que después puedan tener una participación política en la sociedad (ciudadanía activa).

    En resumen, no todos los inmigrantes llegados a España son ciudadanos ni poseen el mismo grado de ciudadanía unos que otros. Esto se debe a que diferentes variables interactúan en la relación ciudadanía-inmigración.

    La variable legalidad es el primer factor para poder optar a la ciudadanía, por lo que toda persona considerada como ilegal es un no ciudadano. La variable nacionalidad junto con la condición socioeconómica son los otros dos requisitos para optar a una ciudadanía plena.

    Las dos primeras variables las otorgan las respectivas y diferentes legislaciones en cada país, mientras que la última variable establece que un individuo necesite un mínimo nivel socioeconómico para optar a la ciudadanía activa.

    La suma de estas tres variables, es decir, que el inmigrante sea legal, que esté nacionalizado y que no sea pobre (no hay que olvidar la variable motivaciones personales, aunque no la analicemos), da como resultado un ciudadano con las mismas deficiencias que pueda tener un ciudadano autóctono (carencia de ciudadanía activa). Pero no todos los inmigrantes cumplen con estas tres variables, lo que da lugar a diferencias en el grado de ciudadanía de los diversos grupos de inmigrantes analizados.

    Justificación del proyecto

    El actual proceso migratorio está adquiriendo una relevancia importante. Sus caraterísticas no se diferencian en demasía de las del resto del Occidente europeo: aceleración del ritmo de crecimiento, diversidad de países de origen, diversidad de culturas en contacto, lenguas y valores... Todo esto está generando unos contextos multiculturales que pueden ser potencialmente enriquecedores, pero también hacen más complejas las interrelaciones y la integración.

    La llegada de la inmigración contribuye decisivamente a la diversificacion cultural de la sociedad española y se está convirtiendo en uno de los factores con mayor influencia no sólo en los centros educativos sino también en los contextos de las personas adultas. Si aquellos están garanntizando a cada alumno la respuesta más adecuada a sus características personales y culturales, habría que preguntarse que si se está haciendo lo mismo con sus padres y con aquellas otras personas inmigrantes -adultas y jóvenes- en condiciones fravorables a sus intereses y circunstacias personales y laborales. Algunas respuestas positivas se están dando, pero no parecen suficientes. Este propósito es el acicate que impulsa este Proyecto Global de Actuaciones con inmigrantes en el contexto de la educación intercultural, a través de los denominados Centros de Integración para la población inmigrante asentada en España.

    Cuando acceden al mercado de trabajo, las personas inmigrantes tienen que asumir normalmente mayores grados de precariedad laboral. Todos los riesgos que acentúan la precariedad de las condiciones laborales y sociales convierten a las personas inmigrantes en un colectivo vulnerable. Muchas veces se agrupan en asociaciones según sus procedencias, otras, independientemente de sus diferentes culturas, comparten proyectos asociativos, como fruto de haber convivido juntos, para mejorar sus condiciones a nivel de integración social. Eso es precisamente lo que se pretende: que los inmigrantes y sus familias tenganla posibilidad de compartir espacios de convivencia en los Centros de Integración, que se van a proponer, con la intención de que se conviertan en espacios de solidaridad, de encuentro y de diálogo donde gentes de diferentes culturas se ayuden a buscar una integración fundamentada en la igualdad de las diferencias.

    Otra de las dificultades con que se encuentra el colectivo inmigrante es que no se le reconoce ni su experiencia laboral ni su nivel de formación; con frecuencia ni se les premite acceder a los circuitos de formación que ayudarían a mejorar su situación laboral.Unas veces, porque no se lo pueden pagar; otras porque no se lo permiten los horarios laborales o porque no se enteran de las oportunidades disponibles. Por ello, consideramos en nuestro Proyecto Global de Actuaciones con inmigrantes estas circunstancias, haciendo que la enseñanza y la formación, así como la particpación en las acciones culturales que tienen lugar en su entorno, puedan organizarse en diferentes franjas horarias en función de las disponibilidades o en diversas modalidades de aprendizaje, pues la formación es muy estimada por la persona inmigrante ya que puede favorecer supromoción social y laboral; además, muchos de elloslo necesitan para ayudar y motivar a sus hijos.

    Nuestro Proyecto Global de Actuaciones con inmigrantes se apoya en la interpretación del fenómeno de la diversidad cultural que se reconoce y sanciona a distintos niveles en múltiples documentos y normativas. Se citarán, como destacables, la Declaración de Principios de Cooperación Cultural Internacional (1996), la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares (1990), así como el Tratado de Ámsterdam (1997) y diversos Informes de la Unión Europea.

    A nivel del Estado Español, además del reconocimiento en la Constitución Española de 1978, hay que tener en cuenta la Ley Orgánica 14/2003, de 20 de noviembre, de Reforma de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, modificada por la Ley Orgánica 8/2000, de 22 de diciembre.

    Los argumentos anteriores y más que pudieran aportarse son razones suficientes para avalar nuestro Proyecto Global de Actuaciones con inmigrantes, que pretende facilitar la integración socio-cultural de la población inmigrada, dotándole de competencia comunicativa y de un conocimiento del entorno que les facilite su socialización e integración en cada uno de los ámbitos locales de acogida.

    Realidad de los movimientos migratorios en España

    Se plantea en este apartado un acercamiento reflexivo sobre las características fundamentales de los movimientos migratorios en España, escenario de nuestra intervención formativa, con objeto de conocer para poder proyectar la intervención de los agentes interculturales de forma adecuada a la realidad.

    El fenómeno de la inmigración está modificando notablemente el perfil de los habitantes de casi todas las zonas y ciudades españolas. Más de tres millones de extranjeros residen en nuestro país y se está convirtiendo en la principal fuente de crecimeinto demográfico (2.738.932 habitantes, a 31.12.05). Por otra parte, la distrbuición geográfica y espacial de los asentamientos de los inmigrantes en el territorio español depende de las posibilidades laborales y de la existencia deredes sociales y familiares que les ayuden a su llegada.

    Objetivos generales y líneas de actuación del programa

        1/ MEJORAR EL CONOCIMIENTO, ESTUDIO Y ANALISIS DE LA VIDA REAL DE LOS JÓVENES INMIGRANTES.

        2/ FACILITAR EL ACCESO DE LOS JÓVENES INMIGRANTES A LA INFORMACION SOBRE RECURSOS Y ACTIVIDADES PARA SU PARTICIPACION ACTIVA.

        3/ FOMENTAR LA PARTICIPACION DE LOS JÓVENES INMIGRANTES EN LAS ACTIVIDADES, PROGRAMAS Y SERVICIOS MUNICIPALES PARA LOS JÓVENES.

        4/ IMPULSAR LA PARTICIPACION ACTIVA DE JÓVENES INMIGRANTES EN LAS ASOCIACIONES JUVENILES QUE ACTUAN EN EL MUNICIPIO.

        5/ APOYAR A LOS COLECTIVOS Y ENTIDADES DE INMIGRANTES, ESPECIALMENTE EN LAS ACCIONES Y ACTIVIDADES JUVENILES.

        6/ PREVENIR CONDUCTAS DISCRIMINATORIAS, RACISTAS Y XENÓFOBAS, A TRAVES DE ACCIONES DE DIFUSIÓN Y SENSIBILIZACION.

        7/ DESARROLLAR UNA METODOLOGIA DE PARTICIPACION SOCIAL Y COMUNITARIA EN EL DESARROLLO DEL PROGRAMA.

    Para alcanzar el cumplimiento de estos objetivos, el programa se desarrollará en un conjunto de acciones que podemos clasificar en las siguientes líneas de actuación:

        A/ ANALISIS, ESTUDIO E INVESTIGACION.

        B/ INFORMACION, DIFUSION Y SENSIBILIZACION.

        C/ ASISTENCIA TÉCNICA, FORMACION Y ASESORAMIENTO.